UnaMED EL red small marca de las más importantes en la fabricación y colocación de Implantes Cocleares en España, también colaboradora con nuestra Asociación, se encuentra de aniversario. Estos días celebra su 25 aniversario, os dejamos una pequeña historia desde sus comienzos hasta la fecha.

Rompiendo la Barrera del Sonido: 25 años después.

En 1990 MED-EL, una pequeña compañía fundada en el corazón de Austria por Ingeborg y Erwin Hochmair, contrató sus primeros empleados. Un cuarto de siglo más tarde,

están presentes en 29 países con cerca de 1.500 empleados. Sin embargo, lo que ha sido una constante es su compromiso con la innovación, acceso y calidad de vida del paciente

Hace 25 años marcó el comienzo de algunos de los mayores avances científicos del siglo XX. Acontecimientos como el lanzamiento del Telescopio Espacial Hubble y la fundación del World Wide Web (WWW) transformaron para siempre nuestra manera de vivir. Al mismo tiempo tuvo lugar la transformación de un desarrollo del que sin embargo se sabe mucho menos. En 1990, Ingeborg y Erwin Hochmair, de Viena Austria, contrataron sus primeros empleados para MED-EL (Medical Electronics) GmbH. Este paso representó el comienzo de una aventura que finalmente regalarían la audición a cerca de 250.000 personas a lo largo del último cuarto de siglo.

Ingeborg y Erwin fueron el equipo de marido y mujer que crearon el primer implante coclear multicanal microelectrónico del mundo. Convirtiendo el sonido en señales eléctricas, el dispositivo podía proporcionar cada día sonidos como el canto de un pájaro, las risas y la voz humana a miles de personas con pérdida auditiva. Incluso ahora, el implante coclear es el único dispositivo médico capaz de sustituir un sentido humano al completo.

La pareja electrónica: un matrimonio decidido a combatir el silencio

En primer lugar Erwin comenzó a aplicar sus conocimientos de ingeniería hacia la audición en 1975, explorando si los implantes cocleares podrían ayudar a tratar la sordera. Recuerda, “Hasta ese momento los implantes existían de una manera muy simple y no eran capaces de distinguir entre los diferentes tonos. Producía sonidos básicos, como la voz humana, imposible de interpretar.”

Pronto se le unió Ingeborg y el dúo consiguió su mayor logro el 16 de Diciembre de 1077 cuando el primer implante coclear multicanal microelectrónico del mundo fue implantado con éxito en Viena por el Profesor Kurt Burian. El implante hizo contacto con el oído interno en más de un lugar, permitiendo la interpretación de diferentes frecuencias y haciendo posible que los receptores pudiesen oír un mayor rango de sonidos como nunca antes.

Dos años más tardes había una chica llamada Connie, que entró a formar parte de  la historia médica. Nacida en Alemania, se trasladó a Viena con su hermano cuando era muy joven. Fue aquí donde oyó hablar acerca de un experimento en una universidad local que intentaba restaurar la audición con un nuevo dispositivo. Al haber sufrido hipoacusia desde niña, Connie escribió a Ingeborg prometiéndola que si era implantada vendría cada día al laboratorio para ayudar a desarrollarlo durante el tiempo que necesitaran.

Emocionada con la carta, Ingeborg invitó a Connie a la universidad de Viena y se convirtió en la primera paciente mujer en ser implantada, sometiéndose a la operación a finales de 1977. En las semanas siguientes al proceso su vida cambió para siempre. Al principio podía comprender frases enteras sin ayuda de lectura labial. Sólo un año antes los médicos le dijeron que nunca recuperaría su audición, y ahora era capaz de comunicarse con su familia y amigos de nuevo.

Connie se pasó el siguiente año ayudando a perfeccionar la forma en cómo debía funcionar el dispositivo. Esta investigación sentó las bases de cómo funcionan hoy en día los implantes.

La experiencia de Connie abrió el camino de la compañía. Los Hochmair se dieron cuenta que tenían que comercializar la tecnología coclear para hacerla accesible a las miles de personas que se podían beneficiar. El siguiente paso más lógico fue entonces fabricar los implantes a gran escala, mientras continuaban invirtiendo en investigación y desarrollo.  En 1990 se contrataron los primeros empleados y nació oficialmente MED-EL.

Comenzando pequeño pero pensando en grande

Comenzando con solo tres empleados, MED-EL se centró específicamente en perfeccionar el dispositivo que habían implantado ya con éxito en 1977. Al mismo tiempo un científico que residía en EEUU, Blake Wilson, había desarrollado y publicado una nueva estrategia de codificación llamada  continuous interleaved sampling (CIS). Permitía a los implantes interpretar sonidos a lo largo de todo el rango frecuencial del habla y ahora es común en los algoritmos de procesamiento de señal que se encuentran en los implantes cocleares modernos.

MED-EL reconoció rápidamente el beneficio potencial de esta tecnología, que permitía actividades cotidianas, tales como hablar con la familia por teléfono o reunirte con amigos en un café abarrotado de gente.

El primer Sistema de implante coclear fue diseñado específicamente para reflejar la estrategía CIS. En 1994 se lanzó el COMBI 40 y rápidamente fue un éxito comercial. Hoy en día, MED-EL  tiene cerca de 200 ingenieros y científicos trabajando en los siguientes avances en tecnología del implante auditivo.

2015 y mucho más

Actualmente, MED-EL considera que la innovación es crucial para asegurar que las opciones de tratamiento de la mejor calidad estén disponibles para el público en general. Este enfoque en el desarrollo del producto se lleva a cabo a través de la retención privada de la compañía, de hecho Ingeborg todavía ejerce como CEO.  Sin la presión de accionistas, pueden continuar invirtiendo cada año cerca de un 15% del volumen de negocios anual en investigación y desarrollo.

A pesar de estos logros, los Hochmair sienten que hay mucho por hacer. Cuando fue galardonada con el Lasker-DeBakey Clinical Medical Research Award en el año 2013, Ingeborg utilizó su discurso de aceptación para reclamar la mejora en el acceso global al IC:

“Si nos fijamos en los niños sordos recién nacidos en todo el mundo, aproximadamente 25.000 recibieron un IC el año pasado. Sin embargo si pudiésemos llegar a cada niño que lo necesitase, necesitaríamos 5 veces más este número. No es sólo permitirles oír, sino hablar, tener una educación adecuada y formar parte de la sociedad normal”

La motivación de llevar la audición a todo el mundo ha sido el principal motor de MED-EL durante los pasados 25 años y es seguro que continuará siéndolo para los próximos 25, sin importar qué retos y logros deparará el futuro.