¿Cuáles son las causas de la pérdida auditiva?

Muchas y muy variadas pueden ser las causas que pueden provocar la pérdida de audición. Desde lesiones e infecciones en nuestros oídos, tratamientos con medicamentos ototóxicos, la exposición prolongada a ruidos muy fuertes y constantes, también se puede desarrollar esa pérdida auditiva a lo largo de la vida, como parte del proceso de envejecimiento, etapa de la vida en la que se presentan pérdidas progresivas de audición.Imagen relacionada

 

No obstante, debemos tener en cuenta que una de las principales razones del desarrollo de la pérdida auditiva proviene de nuestros genes.

 

Aproximadamente la mitad de los casos de sordera en la actualidad, se deben a causas genéticas.

 

 

En caso de que uno o ambos progenitores u otro de sus familiares hayan nacido con sordera, el riesgo de que un descendiente nazca con ese mismo problema es mucho mayor.

 

 

Es lo que conocemos como la sordera congénita. Presente desde el nacimiento y que actualmente se detecta inmediatamente por medio del cribado neonatal mediante otoemisiones, afecta a uno de cada 400 bebés.

 

Esta sordera puede ser causada tanto por mutaciones que han alterado a los genes como por

agentes que dañaron el oído durante el desarrollo del feto dentro del útero, los también conocidos como teratógenos. Se cree que la mutación en hasta 80 diferentes genes puede provocar la sordera congénita no sindromática, aquella que no presenta ningún defecto asociado.  Por norma general, es el gen de la conexina 26 (GJB2), situado en el cromosoma 13, el que genera la sordera congénita.

 

Herencia recesiva, la sordera va en los genes

Ya conocemos que sordera congénita va en los genes, pero, ¿tienen  los padres padecer sordera para que sus hijos la hereden?

 

No, siempre y cuando sean portadores sanos de la mutación.

 

 

Por lo tanto, cuando los padres padezcan esta mutación en sus genes, ya sean dominantes o recesivos, sus hijos podrán padecer esta afección.

 

De hecho, la mayoría de niños sordos nacen de padres oyentes.

 

 

Del mismo modo, las parejas sordas también pueden concebir un hijo que no presente ningún tipo de sordera.

 

La sordera a partir de los años

Pero la sordera congénita no solo es visible durante los primeros años de vida. Algunos niños que son oyentes durante sus primeros años van perdiendo audición a lo largo de la infancia o la adolescencia.

 

 

Es en estos casos, cuando la herencia dominante predomina sobre la recesiva y es la que deteriora el oído del afectado con el paso de los años.

 

Se cree que hay más de 400 síndromes genéticos conocidos que provocan hipoacusia, cada uno esta generado por un gen diferente y con distintas formas de herencia.

 

Por lo cual, también se considerada como hereditaria, es posible que un niño o niña en su edad adolescente puedan quedarse sordos a causa de la herencia de sus progenitores.

 

 

De todas formas, es muy conveniente que el afectado acuda a un médico especialista para que le sea realizado estudio que determine las causas de su sordera.