Un implante coclear puede ayudar a tu niño a escuchar y comunicarse en situaciones asombrosas pero como para todos alguna vez, a tu niño le puede resultar complicado comunicarse en una conversación. A menudo es porque tu niño, o la persona que se está comunicando con él, no entienden lo que se está diciendo.
Así que cuando estés hablando con tu niño existen algunas técnicas que les puedes enseñar para que la conversación siga su camino. Se engloban en tres categorías y podrías usar una o más técnicas dependiendo de la situación.

 

Más abajo compartiré algunas de estas técnicas que puedes utilizar como hablante, al igual que ofrecer ideas para preguntas que puedes enseñar a tu niño a utilizar en algunas situaciones.
1º Cambia la manera en que estás diciendo la información

 

Con esta técnica la finalidad es continuar comunicando la misma pero cambiando cómo estás comunicándola.
Repetición: repite la palabra, frase u oración por segunda vez. Podrías repetirla a la misma velocidad y volumen, repítela más alto o más despacio.
Tu niño podría preguntar:”¿Puedes decirlo otra vez?”
Revisa o reformula: comunica la misma información, pero usando diferentes palabras.
“¿Podrías decirlo de otra manera diferente?”
Explicación o expansión: mientras estás comunicando la información añade palabras o frases para dar forma al contexto acerca de lo que estás diciendo.
“¿Puedes explicar lo que quieres decir?”
Simplificación: Dilo de la manera más corta posible, en una o dos palabras clave.
“¿Por favor puedes decir justo la palabra clave?”
Otras formas de comunicación: Intenta algo más que hablar. Puedes deletrear la palabra, escríbela en un papel o utiliza lenguaje de signos si tu hijo lo conoce.
“¿Puedes escribírmela?”
2º  Varía el entorno
Algunas veces la razón de que sea difícil comunicarse no es por lo que se está diciendo sino dónde se está diciendo. En situaciones con mucho ruido de fondo, o cuando está oscuro, la comunicación puedes ser más difícil.
Acercarse: podría pasar que tu voz no llegase al oyente así que acércate y ayúdale a entenderte.
“¿Te podrías acercar?”
Ponte delante de la persona a la que estás hablando: porque el oyente de manera consciente o inconsciente usa la lectura de labios para ayudarse con la escucha. Asegúrate de que pueda ver tu boca cuando hablas.
Acércate al implante: algunas veces acercándose al procesador de audio del oyente puede hacer más fácil la comunicación.
“¿Puedes acercarte a mi procesador de audio y repetir lo que está diciendo’”
Cambiar de lugar: si esto no resulta podríais considerar cambiaros a un lugar diferente. Podría ser a un lugar diferente de la habitación o a otra habitación. Sería de gran ayuda encontrar un sitio silencioso.
“¿Podrías ir a algún sitio donde escuche mejor?”
3º Añadir o corregir información
Esto es lo que querrías hacer cuando sabes que tu niño puede oír la información y quieres confirmar que lo ha entendido. Dado que estas técnicas necesitan de una mayor contribución por parte de tu niño podría ser una buena idea enseñarles algunas preguntas que puedan usar fácilmente durante una conversación de forma proactiva.
Da información similar: por ejemplo, si vas a salir a un restaurante puedes decir que sales a comer. De esta manera tu niño puede conectar “comer” con “restaurante”.
Realiza una pregunta: haz que tu niño realice una pregunta acerca de lo que acabas de decir así verificarás si lo ha entendido o no. Dependiendo de la pregunta podrás añadir más información o corregirle según proceda.
Repite lo que ha entendido: a veces pueden oír todo lo que has dicho pero piensas que solo ha entendido parte de ello. En ese caso pídeles que te repitan lo que han entendido y se claro con lo que no.
“He oído que decías ‘Johnny va al XYZ’, ¿Qué más has dicho?”
Repite lo que ha oído: si crees que ha escuchado todo pero no estás seguro que lo haya entendido pregúntale que repita todo lo que haya entendido.
“He entendido ‘Johnny va al restaurante’, ¿Es correcto?”
Repite las palabras clave: si la información es más importante que las palabras específicas, dile que repita las palabras clave para ver si ha entendido la idea general.
Fuente: medel.com/es/